Instrucciones

En un bol de repostería vertemos la harina, la leche tibia, la levadura desmenuzada, el huevo, la ralladura de naranja y limón, la mantequilla atemperada, el agua de Azahar y una pizca de sal. Con la ayuda de una Batidora Magefesa con juego de varillas amasadoras comenzamos amasando a baja velocidad el conjunto unos 5 minutos.
Una vez tenemos una masa homogénea y pegajosa, subimos un poco la velocidad y agregamos un poco más de harina poco a poco hasta que la masa sea fácil de manipular. Volcamos la masa sobre la mesa de trabajo enharinada y la trabajamos con las manos. Cuando la masa esté blanda y no se pegue en las manos, formamos una bola y la dejamos en el mismo bol para que fermente. Debemos dejarla hasta que doble su volumen.
Una vez fermentada, la volvemos a la mesa enharinada y seguimos amasando suavemente para extraer el aire. Formamos una bola. Pinchamos el centro con un dedo enharinado y comenzamos a formar el rosco girando y estirando. Colocamos el rosco en una placa de horno cubierta con papel de cocina antiadherente, lo pintamos con el huevo batido y lo dejamos que fermente durante una hora más. Repintamos con el huevo batido y decoramos con las frutas escarchadas, las almendras laminadas y el azúcar mojado con unas gotas de agua para que quede ligeramente apelmazada. Horneamos a 180ºC durante unos 20 minutos o hasta que esté bien dorado. Si queremos introducir algún regalo en su interior, lo haremos antes de la segunda fermentación. Escogeremos regalos que resistan el calor y los envolveremos en film transparente.
Una vez que el rosco esté frío, lo podemos cortar a la mitad con un cuchillo de sierra y rellenar con crema pastelera, nata montada, merengue, etc.