Cómo hacer Cebolla Caramelizada

Existen muchas recetas para preparar cebolla caramelizada. Su textura única y su delicioso sabor, la convierten en el acompañamiento ideal para gran cantidad de platos que nos harán la boca agua. Los siguientes consejos, nos ayudarán a mejorar nuestro manejo en la elaboración de esta técnica.

  • Pela y corta la cebolla creando medios anillos. Cuanto más finas sean las rodajas, más rápido se cocinarán.
  • Pon una sartén grande a fuego medio. Añade un chorrito de aceite (unas dos cucharadas por cebolla) y mantenlo a fuego medio-alto. Puedes usar mantequilla, aunque tiende a quemarse con mayor facilidad.
  • Cuando el aceite comienza a ondear, es momento de añadir las cebollas. Éstas, chisporrotearán al entrar en contacto con el aceite. Este sonido indica que se están cocinando y se crea una barrera natural para prevenir que se peguen.
  • Remueve la cebolla hasta que esté totalmente cubierta de aceite. Deja que se cocine a fuego medio-bajo removiendo frecuentemente para permitir que la cebolla se dore lo antes posible. Cocinando la cebolla a una temperatura relativamente baja, te asegurarás de que queden suaves y caramelizadas al mismo tiempo y no solo exteriormente.
  • Añadiendo una pizca de sal se acelerará el proceso de caramelizado ya que la sal ayuda a evaporar el agua y disolver el azúcar en la cebolla.
  • Después de unos minutos, la cebolla comenzará a quedarse en el fondo de la sartén y se oscurecerá. Sigue cocinando y removiendo hasta que la cebolla quede suave y cambie de un tono miel a marrón oscuro, dependiendo del gusto.
  • Si ves que la cebolla se está pegando demasiado, añade una medida de caldo o vino. Toda la cebolla deberá estar completamente marrón antes de desglasar. Continúa con este proceso hasta que las cebollas hayan alcanzado el nivel deseado de caramelizado.
  • Una vez caramelizado, se puede congelar herméticamente durante 3 meses.
  • Para quitar el olor de cebolla de las manos, lávalas con jabón y agua corriente.

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