Lo puedes preparar tanto en olla tradicional o en la olla a presión, y si no tienes ninguna de las dos…Haz el favor de quererte un poco, pincha aquí y regálate tu nueva mejor amiga.

Remoja los garbanzos secos en 2 litros de agua fría bien mezclada con una cucharada de curry y una de sal durante, al menos, 12 h. y a temperatura ambiente. Calienta la olla, pon un buen chorro de aceite de AOVE, añade la mitad de la calabaza, el puerro, los ajos, el laurel y, por último, el tomate concentrado. Rehoga un par de minutos y cubre con 2 litros/2 litros y medio de agua. Ponla a cocinar a fuego fuerte, y cuando empiece a hervir, añades los garbanzos. Pon la tapa y cuando el chivato empiece girar y silbar, baja el fuego a medio y cocina durante 20 minutos. Apaga el fuego y deja reposar la olla diez minutos para terminar la cocción y que puedas abrirla.

Separa los garbanzos del resto de ingredientes, no te preocupes si se te cuela alguno y, en la misma olla, tritura todo hasta que quede muy fino. Rectifica de sal y pimienta, añade los garbanzos, el resto de la calabaza y vuelve a cocinar durante 5 minutos más a fuego medio.

Sirve bien caliente cubierto con las lonchas de butifarra, unas rodajas de pepinillo, un chorrito de AOVE, y prepárate a flipar…¡BESTIAL!